Investigación: TOHB en Oncología

30 de enero de 2020

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La terapia de oxigenación hiperbárica (TOHB) combate la hipoxia, factor predisponente para la resistencia a terapias oncológicas convencionales. Su uso como sensibilizador en terapias convencionales ha demostrado aumentar la efectividad de la radioterapia y disminuir la mortalidad en algunos tumores de cabeza y cuello y existe amplia evidencia de su uso en las lesiones radioinducidas. Más aún, en el tratamiento del dolor y bienestar general produce una mejora significativa en la calidad de vida del paciente oncológico. Se presentan 7 casos en los cuales la TOHB a 1.45 ATA fue eficaz en el tratamiento de radionecrosis, heridas, oncodolor o bienestar general. Deben realizarse estudios adicionales para comprobar la incorporación del oxígeno hiperbárico dentro de la terapéutica del cáncer

Caso clínico 1

Hombre de 66 años con osteo-radionecrosis mandibular izquierda con fractura patológica como consecuencia de radioterapia por carcinoma epidermoide de lengua. Recibió 39 sesiones (2 veces/día) con evolución positiva. Se observó durante el tratamiento la desaparición de halitosis y de la odinofagia. Se encuentra pendiente de realizar una cirugía para reconstrucción microquirúrgica con colgajo osteomiocutáneo escapular y placa de reconstrucción mandibular.

Caso clínico 2

Mujer de 64 años con carcinoma epidermoide de seno maxilar. Recibió tratamiento de RT-QT alcanzando dosis de 70 Gy. Finalizó tratamiento y 1 año y medio después comenzó con dolor en encía y ojo izquierdo asociando parálisis facial izquierda compatible con un cuadro clínico de radionecrosis maxilar superior izquierda. Se realizó resonancia magnética nuclear (RMN) y tomografía por emisión de positrones combinada con tomografía axial computarizada (PET-TAC) que descartó recaída de la enfermedad. Recibió 30 sesiones de TOHB (1 sesión por día) de 90 minutos disminuyendo el dolor y la inflamación de mandíbula y cara con muy buena evolución.

Caso clínico 3

Mujer de 56 años con adenocarcinoma rectal estadio IV, T3N2M1 (LOE hepática) intervenida. Se realizó radioterapia a nivel del recto, dosis de 50.4 Gy. Después de un año de finalizado el tratamiento con radioterapia presentó problemas en la herida quirúrgica, en tratamiento con cierre asistido por vacío. Se realizó reintervención quirúrgica y quimioterapia con oxaliplatino y capecitabina con síndrome mano-pie asociado a capecitabina. La quimioterapia se implementó por ser parte del plan de tratamiento como quimioterapia. Consultó por herida abierta en sacro como consecuencia de QT-RT. Se indicó TOHB con evolución favorable desde las primeras sesiones, y con 60 sesiones, la herida estaba casi cerrada, pero hubo que intervenirla quirúrgicamente por una fístula que lleva asociada y reparar mediante cirugía plástica. Pendiente de cirugía, se plantea retomar tratamiento pre y postquirúrgico.

Caso clínico 4

Hombre de 59 años con carcinoma no queratinizante de cavum diagnosticado en 2012 (cT3N2M0), estadio IV-A. Tras este diagnóstico, recibió 6 ciclos de QT en base a cisplatino y fluoracilo, 2 de los ciclos de forma neoadyuvante y los cuatro restantes posteriores a la finalización de RT sobre área tumoral y región cervical bilateral, alcanzándose la dosis total de 70 Gy, en esquema de 5 sesiones semanales (lunes-viernes) con fracciones de 2Gy/sesión. El tratamiento oncológico finalizó en julio de 2012, tras el mismo, el paciente siguió revisiones oncológicas periódicas en su hospital de referencia en los servicios de Oncología Médica y Radioterápica. En mayo de 2017 sufrió un episodio de parálisis facial izquierda con afonía, objetivándose en exploración otorrinolaringóloga, parálisis de cuerda vocal derecha. En PET-TAC realizado en octubre de 2017 no se evidenciaron signos de recidiva local ni a distancia pero se apreciaban dos focos temporales mediales bilaterales de 5 y 15 mm de diámetro compatibles con radionecrosis. Se le realizaron revisiones periódicas constantes cada 3-6 meses. En período entre revisiones debutó con parálisis facial que adelantó la revisión prevista. En PET-TAC realizado en octubre de 2017 no se evidenciaron signos de recidiva local ni a distancia pero se apreciaban dos focos temporales mediales bilaterales de 5 y 15 mm de diámetro compatibles con radionecrosis temporal bilateral secundaria a RT con parálisis facial izquierda y parálisis de cuerda vocal derecha resistente a corticoterapia. Debido a que fue una radionecrosis bilateral, ambos lados se encontraban alterados. Tras recibir 80 sesiones (1/día) de 60 minutos de TOHB se logró una importante mejoría clínica y radiológica objetivada por PET-TAC. El paciente obtuvo mejoras en la movilidad, descanso nocturno, dolor y recuperación de la voz.

Caso clínico 5

Hombre de 77 años con hematuria por cistitis radiante como consecuencia de tratamiento de adenocarcinoma de próstata Gleason 9 (5+4) por lo que se había indicado radioterapia, modalidad IMRT 76 Gy. Debido a hematuria, dolor, astenia por cistitis radiante recibió 80 sesiones de TOHB y después de las 30 sesiones cesó la hematuria y dolor. Mejoró su movilidad y se incorporaba solo de la camilla, desapareciendo el dolor, la astenia y la fatiga crónica.

Caso clínico 6

Mujer de 47 años con carcinoma de mama ductal infiltrante que recibió tratamiento conservador, realizó cirugía y luego radioterapia sobre lecho quirúrgico. Era un pT1b M0M0 con receptores estrogénicos y de progesterona positivos en el 90, 95%, ki67 9% en estadio inicial. Recibió radioterapia 50 Gy en 25 sesiones en el lecho de la tumorectomía y la mama, y comenzó con tratamiento hormonal con tamoxifeno. Consultó al centro de medicina hiperbárica por dolores musculares y articulares generalizados de gran intensidad, por lo que recibió 60 sesiones de TOHB de 60 minutos (4 veces/semana) con evolución positiva. Al inicio de tratamiento mejoró el estado general, hubo disminución del dolor a leve. Al finalizar su tratamiento, mejoró su estado general, alivio notable de los dolores articulares y musculares que prácticamente han desaparecido. Está realizando un plan de mantenimiento/bienestar.

Caso clínico 7

Hombre de 60 años con adenocarcinoma de cabeza de páncreas. Se lo trató con cirugía + QT adyuvante (gemcitabina), recibía 60 sesiones de 60 minutos de TOHB 2-3 veces por semana. Al inicio de tratamiento refería astenia, fatiga crónica, inapetencia y dolor abdominal difuso e inespecífico y grave, de escala visual analógica (EVA) 9. Toda esta miscelánea de sintomatología mejoró mucho hasta hacerse prácticamente inexistente, disminuyendo el dolor y la fatiga. Si bien no se tomaron registros de calidad de vida, la apreciación del paciente es que el tratamiento mejoró notablemente su calidad de vida.

Conclusión

La oxigenación hiperbárica es un tratamiento emergente en pacientes oncológicos, debido a que constituye una herramienta útil para la cicatrización y reparación de tejidos dañados por la terapia. El oxígeno hiperbárico produce hiperoxia que es modificadora de hipoxia y posee acción analgésica. Si bien se requiere de ensayos clínicos aleatorizados para confirmar su eficacia y potenciales aplicaciones, la combinación de efectos fisiológicos consecuentes de la generación de hiperoxia, podría ayudar a los médicos a mejorar el efecto de la terapia convencional y mejorar la calidad de vida de la etapa post tratamiento oncológico.

Autores

Elías López1, Delfina Romero-Feris2.

1 servicio de Oncología, Hospital La Milagrosa, Madrid España,

2 BioBarica, España

Artículo completo en la página 92: https://s3-sa-east-1.amazonaws.com/aaoc.org.ar/uploads/registros/docs/revista_oncologia_clinica_-_vol.24_-_n3_-_2019_-_version_final.pdf

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